Estructuración de un fondo de ahorro para educación superior de los hijos de los empleados de la Corporación Nacional de Electricidad Regional Sucumbíos

Abstract

Promover la educación ocupa un lugar primordial en todos los países del mundo con el fin de reducir la pobreza. Por ello ciertas instituciones como el Banco Mundial han ayudado a fomentar la educación en los países en desarrollo desde 1963, y hasta hoy, es el mayor proveedor externo de fondos para la educación, ya que para lograr reducir los niveles de pobreza, es importante que un jefe de familia mínimo cuente con un certificado de educación secundaria, que les permita desarrollarse en mercados globales impulsados por el conocimiento. La escolaridad acompañada, del ahorro y la inversión puede contribuir a promover el empleo y a distribuir el ingreso en forma más equitativa, existiendo una relación directa entre los niveles de escolaridad y la productividad; cuanto mayores son esos niveles de escolaridad es también mayor la productividad agregada del sistema económico. Razón por la cual, es necesario mejorar la educación, aunque la realidad en nuestro país, es que lamentablemente carece de seres humanos que cuenten, por lo menos con un certificado de educación secundaria. En Ecuador, la diferencia entre un hogar pobre y no pobre está en función de los años de escolaridad del jefe del hogar y conyugue, de los niveles educativos, de los indicadores de salud, de la rama de actividad del jefe de hogar y de algunos indicadores de acceso a servicios públicos, según datos proporcionados por el Ministerio de Coordinación y Desarrollo Social, en su publicación del 20 de Junio del 2011, los jefes de hogar de familias pobres presentan un promedio de escolaridad de 4,9 años, por el contrario este promedio es de 9,2 años en familias no pobres. Solo el 53,4% de los jefes de hogar de familias pobres tiene primaria completa, lo que contrasta con el 81,2% de los jefes de hogar de familias no pobres.