Resumen:
El riesgo operacional o de operación consiste en la posible pérdida de que se ocasionen
pérdidas financieras a las empresas por eventos o eventos derivados de fallas o falencias en
sus procesos estratégicos, administrativos o del negocio, las personas internas o relacionadas,
la tecnología de información usada y por eventos externos. Incluyendo al riesgo legal, pero
excluyendo el riesgo estratégico y el de reputación.
La constante búsqueda de mejores prácticas que permitan sostener el crecimiento y desarrollo
actual implica un grado de exposición e incertidumbre, está tendencia ha contribuido al
aparecimiento de nuevas tendencias mundiales comprometidas a mitigar los niveles de riesgo
y posibles futuras pérdidas empresariales, mediante normas de control, gestión y supervisión,
para lograr una estructuración óptima y lograr niveles óptimos entre la exposición al riesgo y
la rentabilidad. Los enfoques tradicionales se centraban en la gestión y mitigación de Riesgos
de Crédito, Mercado y Liquidez, sin embargo es necesario considerar al Riesgo Operativo
como una tercera arista inherente a cualquier institución, debido a que se ha convertido en un
factor crítico causante de pérdidas cuantiosas de capital e inclusive causando la quiebra a
reconocidas instituciones. En síntesis las empresas que sean menos cuidadosas en el control de
sus riesgos, deberán comprometer más capital para sus operaciones. En el boom actual de
telecomunicaciones y manejo de información, el público puede conocer cuáles son las
empresas más exitosas en el control de los riesgos, y podrá decidir si maneja sus operaciones
financieras con empresas más seguras o empresas más riesgosas, permitiéndole negociar
diferentes condiciones para sus operaciones bancarias.
Las Instituciones Financieras deben gestionar el riesgo de operación, como elemento
fundamental de una administración preventiva que reduzca la posibilidad de pérdidas e
incremente su eficiencia, para lo cual deberán implantar mecanismos, estrategias, tecnología,
procesos y contar con recursos humanos calificados y experimentados a fin de mitigar este
riesgo, de manera que se fortalezca su seguridad y solidez, con la finalidad de proteger los
intereses del público y de sus accionistas. En base a este esquema en algún momento se podrá
definir conceptual y funcionalmente el tipo de pérdidas "esperadas, inesperadas y en situación
de crisis" que potencialmente pueden producirse, cuantificando las máximas pérdidas
asociadas a la dinámica comercial de las instituciones, y por lo tanto permitiendo la asignación
del "Capital en Riesgo" para soportar la operación de cada unidad estratégica de negocio.