Resumen:
El 16 de abril de 2016 el Ecuador se vio afectado por un terremoto de 7,8 grados, localizado principalmente a las provincias de Manabí y Esmeraldas, dejando como resultado del mismo un total de 663 personas fallecidas, 28.386 personas albergadas y una gran cantidad de destrucción en la infraestructura de las provincias de la costa. Lamentablemente durante las primeras horas se pudo evidenciar que no había preparación ni organización para poder enfrentar todas las contingencias que se presentaron, siendo las FFAA y otros organismos, los que actuaron en primera instancia para apoyar en las tareas iniciales. A los pocos días de ocurrido el evento, las operaciones de apoyo a la población fueron de tal magnitud que las Instituciones responsables de actuar no estuvieron en capacidad de cubrir los requerimientos y las FFAA por decisión Presidencial asumieron la responsabilidad del acopio, transporte y distribución de la ayuda humanitaria. Gran parte de los procedimientos establecidos para los diferentes ministerios no se cumplieron y las FFAA asumieron responsabilidades que estaban fuera de la normativa establecida. Ejecutándose una operación de Ayuda Humanitaria que en la práctica constituyó una gran Operación Logística para poder apoyar a las tropas que se encontraban en la zona y la población que había sido afectada por el terremoto. La experiencia vivida por los diferentes organismos de Fuerzas Armadas durante y después de este evento, determinan el objetivo general de desarrollar procedimientos que recojan estas enseñanzas y permita optimizar los recursos institucionales para poder actuar adecuadamente ante la ocurrencia de fenómenos naturales de gran impacto.
