Resumen:
En la era de la globalización, con un mercado cada vez más competitivo y cambiante, las organizaciones deben buscar otros mecanismos de administración que les permita evaluar y controlar la gestión de la empresa, y así les ayude a mantenerse en el tiempo.
Dado el crecimiento de la competencia de las empresas a nivel nacional y mundial, se creo una herramienta adecuada que permite a la organización tener cualidades distintivas que les permita desarrollarse adecuadamente.
Con el objetivo de resolver estas cuestiones de vital importancia para la empresa, surge en la década de los 90, el Cuadro de Mando Integral (CMI) de Kaplan y Norton, con el cual concluyen una investigación que llevaban realizando durante años.
Cuando Kaplan y Norton, desarrollaron por primera vez su CMI, buscaban solamente crear una herramienta que permitiera medir los resultados tangibles e intangibles de una empresa. En aquel momento no suponían el gran alcance que tendría esta herramienta y las posibilidades que representaría como instrumento para medir el avance estratégico, característica del CMI que ha posibilitado que este se considere hoy como el instrumento más importante dentro de la gestión empresarial en los próximos 50 años.
El CMI es una herramienta que permite implementar el Plan Estratégico de una Organización a partir de un conjunto de medidas de actuación, el cual pone énfasis en la consecución de objetivos financieros, e incluye los inductores de actuación futura para el logro de esos objetivos.
El CMI se sustenta en cuatro perspectivas principales, aunque el uso de las mismas no sea de carácter obligatorio y la empresa pueda añadir las que crea necesarias: Financiera, Clientes, Procesos y Aprendizaje.
Este estudio está elaborado por capítulos, en donde se detalla en una forma lógica las deferentes etapas para llegar a tener un Cuadro de Mando Integral.
