Resumen:
El presente estudio justifica la necesidad operativa y la pertinencia institucional de realizar una innovación en la organización del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, al crear un Comando de Operaciones Especiales Conjunto, como un mando único y fuerza conjunta a la vez, conformado por un comandante, su estado mayor y las unidades de operaciones especiales de primer nivel que disponen las Fuerzas Armadas: Grupo Especial de Comandos No. 9, Grupo Especial de Operaciones “ECUADOR”, Compañía de Incursores Anfibios del Batallón de Infantería de Marina No. 21 y Escuadrón de Contraterrorismo del Grupo de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea, lo que garantizará que las unidades de este nuevo órgano de maniobra alcancen el más elevado nivel de alistamiento operacional y puedan emplearse de forma conjunta e interoperable, con el propósito de alcanzar objetivos militares e incluso políticos de repercusión estratégica; además, permitirá que el máximo nivel de la conducción militar implemente la capacidad general de operaciones especiales y a la vez disponga de una herramienta discreta, flexible y efectiva para enfrentar la acción de las amenazas que atenten contra la seguridad y soberanía nacionales, tanto las tradicionales como aquellas difusas que combinan acciones militares y criminales, propias de un escenario y ambiente operacional caracterizados por la incertidumbre y complejidad.
