Resumen:
El surgimiento de China como una nueva potencia mundial y su posibilidad de generar una reestructuración del orden global ha provocado una fuerte discusión sobre el lugar que “ESPE” ocupará China en el tan cambiante escenario económico mundial. Antes de 1978, el país asiático era considerado como una zona de pobreza extrema, no obstante, en años posteriores, gracias a su esfuerzo logró convertirse en una civilización emergente, la cual, hasta el día de hoy continúa destacándose en varios aspectos en el marco mundial. Aunque bien es conocido que aún no es reconocido como una de las primeras potencias mundiales, pues se enfrenta a rivales como Estados Unidos. Es debido a esto que el presente artículo buscar analizar la potencialidad hegemónica de China para reconfigurar un nuevo orden mundial a través de su plan estratégico denominado; para lo cual, es preciso el empleo de un enfoque cualitativo, el cual se apoya en la revisión de literatura de manera integral para cumplir con el cometido. Es así que, en primera instancia, se da un breve recorrido de los antecedentes de este plan estratégico; luego se pretende discutir la relación existente entre el sistema Tianxia y este plan; posteriormente, evaluar los posibles impactos políticos, económicos, geopolíticos derivados de la materialización del mismo en los países participantes. Finalmente, se establece que, la Nueva Ruta de la Seda ha logrado constituirse como una nueva estrategia geopolítica global que implementó el gobierno chino para lograr posicionarse como el nuevo líder mundial actual.
