Abstract:
Iniciar una empresa no es una cuestión sencilla, supone un reto que comienza
desde el mismo proceso de pensamiento de la idea que se quiere implementar como
un emprendimiento, hasta su consolidación como en una empresa formalmente
establecida. Este proceso constituye un reto en las nuevas tendencias que rigen el
crecimiento y desarrollo económico en el mundo empresarial. Reynolds (2000 - 2001),
muestra evidencia empírica que apoya la premisa de que la creación de nuevas empresas
tiene una relación directa con el crecimiento económico en un país, sin embargo, no es
menos cierto que subyacen a este resultado algunos aspectos como los tipos de empresa
que ayudan en la generación de riqueza, los elementos claves que median en el éxito o
fracaso empresarial, así como la ayuda o respaldo que necesitan los emprendedores para
convertirse en empresarios exitosos (Kantis, 2002).