Resumen:
La generación de energía eléctrica en el Ecuador está basada en la utilización de fuentes de origen fósil y de energías alternativas renovables. Sin embargo, la electrificación en zonas rurales aún presenta problemas. Las actividades antrópicas sean estas productivas o extractivas, las condiciones climáticas y la ausencia de vegetación han ejercido presión sobre la calidad de los suelos en la sierra ecuatoriana, en este contexto existen zonas con alto nivel de erosión lo cual no permite un aprovechamiento del suelo para actividades agropecuarias, y debido a que en el Ecuador los índices de insolación (radiación solar) están entre los más altos del mundo, permiten instalar plantas de energía fotovoltaicas de alto rendimiento, que permitirá un desarrollo local de estas zonas rurales. Como resultado se identificó en las provincias de Pichincha e Imbabura los cambios de cobertura vegetal, las zonas óptimas para implementación fotovoltaica aislada y las comunidades rurales socioeconómicamente vulnerables con problemas de cobertura eléctrica afectadas por tierras erosionadas. Se identificó una zona idónea para instalaciones fotovoltaicas aisladas en la comunidad de Cachicunga, donde el potencial fotovoltaico anual promedio en la zona es de 1670 kWh/kWp con una relación de rendimiento del 81,4% y un factor de capacidad del 19%.
