Resumen:
Los fungicidas utilizados para el control de enfermedades radículares en flores de verano causan problemas ambientales y de toxicidad al suelo, por esto se deben utilizar otros métodos de manejo de los patógenos causantes de enfermedades en plantaciones florícolas. El objetivo de esta investigación fue recuperar del suelo Trichoderma como agente de biocontrol. Se aislaron siete cepas de Trichoderma spp, en la finca FLORAGRO dedicada a la producción de flores de verano, en pruebas in vitro se seleccionaron las mejores cepas de Trichoderma por su velocidad de crecimiento y la capacidad de esporulación. Los patógenos radículares aislados fueron Fusarium spp. y Phytophthora sp. con los cuales se hicieron pruebas de antagonismo; de esta manera, se identificó la agresividad y el comportamiento de las siete cepas con cada uno de los patógenos; también se evaluó la tolerancia de las cepas frente a los fungicidas utilizados en finca (Dithane, Captan, Maneb, Score, Daconil y Carbendazim) empleados en tres dosis. El fungicida que inhibió el desarrollo de Trichoderma fue Score mientras que Dithane y Maneb permitieron un mejor desarrollo. Dos cepas de Trichoderma fueron seleccionadas, por su alta capacidad de crecimiento y producción de conidias, identificadas como Trichoderma koningii y Trichoderma atroviride. Estás fueron sometidas a pruebas de multiplicación masiva utilizando ocho sustratos (acículas de pino, arrocillo, avena, trigo, maíz, kikuyo, soya y fibra de coco) evaluándose su crecimiento conidial y su viabilidad durante tres meses. El mejor sustrato para la producción masiva fue la avena con una concentración de 1,3x109 ufc/g en el primer mes y 3,3x108 ufc/g a los tres meses.
