Resumen:
Cuando Bell inventó el teléfono a fines del siglo pasado, se solucionó uno de los problemas básicos de la sociedad moderna. Por primera vez fue posible la comunicación personal en forma rápida y eficiente a través de grandes distancias. El uso del teléfono como medio de comunicación se extendió rápidamente a pesar de las limitaciones técnicas y de su alto costo, debido a las numerosas ventajas que el teléfono provee. El mayor problema en la expansión de la red telefónica es la necesidad de un gran número de líneas conectadas a cada abonado y entre las centrales. Una forma de hacer eficiente la instalación de la red telefónica y de reducir su costo es el uso de un cable para transmitir un gran número de conversaciones simultáneamente. Esta operación se llama multiplexado, y es esencial en toda red moderna. La operación de multiplexado requiere el uso de algunos medios para separar las conversaciones transmitidas simultáneamente en el mismo par de conductores. La forma más simple y burda de multiplexado es por medio de un conmutador, que permite a varios abonados usar un par de conductores mediante una cola de espera, sin embargo, este método no es el más eficiente. Un método mejor es la explotación de las características eléctricas de las redes mediante la construcción de sistemas sofisticados. A primera vista parecen haber dos posibilidades: Múltiplex por División de Frecuencia y es el más usado hoy en día y el otro es Múltiplex por División de Tiempo que llega a ser práctico solo a través de la tecnología moderna de los circuitos integrados.