Abstract:
El tratamiento de los residuos infecciosos consiste en destruir los microorganismos que contienen (bacterias, virus y sus toxinas), deshaciendo la estructura biológica que les confiere el poder infectocontagioso. Es un problema biológico. Desde siempre la humanidad ha utilizado la cremación para combatir la propagación de las infecciones, plagas, pestes, epidemias y pandemias. Los hospitales utilizaban sus propios hornos incineradores para quemar los restos orgánicos humanos a bajas temperaturas. Pero los productos de un sólo uso, asociados a los temores al SIDA, han irrumpido en los centros sanitarios provocando una heterogénea oleada de residuos con altísimos contenidos en plástico, especialmente clorados. Y de un problema de contaminación biológica se ha pasado a otro muchísimo más grave de contaminación química.