Resumen:
Debido a la presencia de nuevas variantes del virus SRAS-CoV-2, a marzo de 2022, el uso de una mascarilla continuó siendo una de las prácticas comunes para la prevención contra la pandemia por COVID-19. El proyecto tuvo como primera intención, evaluar de forma cualitativa y cuantitativa, la efectividad del uso de los distintos tipos de prendas de protección en la disminución de bioaerosoles y droplets expulsados al hablar, estornudar y toser. Para ello, mediante la técnica Schlieren orientado al fondo se trataron, una a una, las imágenes del video obtenido con una cámara alta velocidad. Se concluyó que la aplicación de la técnica con las herramientas computacionales disponibles es insensible a variaciones de temperatura de 17°, correspondiente a fenómenos naturales antropogénicos. A posteriori, se obtuvieron resultados in situ en la grabación de los fenómenos del aparato respiratorio como hablar, toser y estornudar; bajo configuraciones de imágenes de campo oscuro. Al comparar un protector facial de una sola capa, con una mascarilla quirúrgica y una mascarilla KN95, los resultados confirmaron que la mascarilla KN95 presentó una mayor efectividad al evitar el filtro de partículas en todos los casos de estudio; por el contrario, se evidencio que el uso de un revestimiento de tela de una capa no se puede considerar una práctica aceptable para evitar el contagio, debido a la permisividad al paso de partículas expulsadas principalmente al estornudar y toser. Finalmente, como base para posteriores investigaciones sobre BOS, se entregó un procedimiento a seguir para el tratamiento de imágenes mediante dicha técnica, con el software empleado y su codificación.
