Resumen:
El recubrimiento orgánico superficial de una aeronave es fundamental en la duración de su vida útil, siendo a su vez una protección contra los elementos ambientales, mitigando el deterioro de componentes del fuselaje. El recubrimiento debe mantenerse mediante un tratamiento superficial del fuselaje exterior de la aeronave, que se realiza tras inspeccionarla en busca de daños ocasionados durante su operación. Factores involucrados en el despegue, vuelo y aterrizaje, son causantes de: desgaste del recubrimiento, impactos que dañan leve o gravemente las superficies, corrosión de superficies y elementos de sujeción, etc. El tratamiento ha de realizarse bajo lo indicado por el fabricante y documentación emitida por las autoridades aeronáuticas internacionales. Para su correcta ejecución, el personal aeronáutico estará capacitado en: uso de herramientas, cumplimiento de normas de seguridad y seguimiento e interpretación de la legislación aeronáutica e información técnica de la aeronave en la que se realice los trabajos de mantenimiento. En 1976, la Dirección General de Aviación Civil, compró una aeronave al fabricante estadounidense BEECHCRAFT, modelo KING AIR E-90, que permaneció operativa hasta el año 2016. Al salir de servicio, autoridades a cargo de la disposición de bienes transitorios del estado ecuatoriano, optaron por transferir la aeronave en favor de la Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE, que se encarga de la formación de personal aeronáutico en el país, bajo la RDAC 147. Así se incorporó a la institución a manera de aeronave escuela, conjuntamente con herramientas y accesorios, con el fin de solidificar la formación impartida. Debido al periodo de inoperancia de la aeronave, se realizó el tratamiento superficial del fuselaje de la aeronave bajo prácticas aceptables, descritas en el AC 43.13-1B.