Resumen:
Los ámbitos de la inteligencia militar ecuatoriana se encuentran en permanente debate, ya que, la evolución acelerada de las amenazas para el Estado, pone en perplejidad la rigidez de las fronteras y la inflexibilidad de la estructura organizacional militar, este contexto impone una reconfiguración de los roles de la inteligencia militar, principalmente, en la manera en que se aplican los procedimientos de recolección de información, diseñados, inicialmente, para hacer frente a amenazas convencionales, siendo necesario analizar su efectividad frente al narcotráfico, el cual fue elevado a amenaza para el Estado ecuatoriano el 25 de mayo de 2022, para lo cual, se han identificado cinco aspectos que, de u otra manera, condicionan la efectividad de la aplicación de los procedimientos de recolección de información; el marco legal, la cultura institucional, la doctrina militar, la naturaleza de las amenazas y el agente de inteligencia. Este estudio considera como punto de partida, la primera evidencia documental de una herramienta que estandariza y regula la recolección de información y producción de inteligencia, el Ciclo de Producción de Inteligencia (1948), así como la profesionalización del sistema de inteligencia militar, a partir de 1959, y los eventos que trasformaron el sistema nacional de inteligencia, Angostura 2008. Desde la perspectiva de Sanso y Pascual (2017) se reflexionará sobre la falta de doctrina y competencia de la inteligencia militar en la investigación criminal, para lo cual se establece una muestra estratificada que permite contar con datos confiables sobre la percepción de la efectividad de los procedimientos de recolección de información, contraponiéndolos con los resultados de las operaciones contra el narcotráfico, ejecutadas con información proporcionada por el sistema de inteligencia militar, que, sin contar con un marco legal que norme estos procedimientos, acrecienta el dilema del “vacío legal”, al que se enfrentan los agentes de inteligencia militar.