Resumen:
El Ecuador es un país megadiverso por la impresionante variedad de flora y fauna que habita en su territorio. Esta condición
privilegiada y destacada a nivel
mundial es la que
ha capturado los ojos de científicos nacionales y de otras latitudes. La posibilidad de descubrir los secretos ocultos entre miles de hectáreas que ocupan las áreas protegidas es la motivación de los investigadores. Para ellos, las universidades ecuatorianas,
organizaciones privadas y el Estado han creado
estaciones científicas y reservas naturales
donde las principales líneas de investigación
son aquellas vinculadas con las ciencias de la
vida. Sin embargo, el aporte de los científicos
también está presente en el área geográfica,
ambiental, de las ciencias sociales, educación,
salud, saberes ancestrales, entre otras.
Los investigadores del área de biotecnología de
la Escuela Politécnica del Ejército, por ejemplo,
trabajan en la caracterización molecular de
especies animales y vegetales. En cuanto a
investigaciones sobre fauna, se destaca la
labor desplegada por Wilmer Pozo a lo largo
del país. Uno de sus más recientes aportes
es una publicación en la que da a conocer el
estado actual de conservación de 48 especies de mamíferos registradas en Santo Domingo de
los Tsáchilas. Este libro es el resultado de tres
investigaciones efectuadas entre 2007 y 2012.
Sobre el estudio de la flora, cabe destacar los
proyectos emprendidos por Fernando Hurtado...