Resumen:
La globalización ha introducido cambios en el sistema de cooperación internacional, el cual requiere el desarrollo de diversas capacidades de adaptación y regeneración de los modelos establecidos por los países donantes y receptores de cooperación, en función de sus realidades. El Ecuador plantea una política de cooperación internacional, que busca una mayor cohesión entre los países en desarrollo, en el ámbito político, económico, social, cultural, ambiental y tecnológico, mediante un intercambio de conocimientos, habilidades y recursos que permitan alcanzar los objetivos de desarrollo tanto del Ecuador, como del país u organismo donante. Precisamente, los proyectos que son ejecutados en el país, con recursos de cooperación internacional financiera o técnica no reembolsable, deben estar alineados a dicha política, así como también a las definidas en el plan nacional para el buen vivir 2013-2017, el principal instrumento de planificación plurianual del gobierno actual, en el que se da un enfoque fundamental al cambio de la matriz productiva y el fortalecimiento de las capacidades del talento humano ecuatoriano. Es importante identificar los proyectos que estén alineados a las referidas políticas, y es precisamente en este punto, donde la evaluación de la cooperación internacional, supone un instrumento fundamental en la definición de políticas a nivel nacional y sectorial, puesto que, mediante la definición de criterios comunes y objetivos claros, los evaluadores están en la capacidad de identificar y/o desarrollar proyectos que cumplan con los objetivos y metas planteadas por las entidades que los utilicen, generando un marco de referencia que permita la efectividad y sostenibilidad de estos proyectos. Juntando todos estos factores, a la realidad actual del sector cafetero ecuatoriano.
