Resumen:
La raza Holstein ha sido muy maltratada por la selección equivocada durante las últimas
décadas, pues ha existido una selección unilateral solo por altas producciones, por
conformación y " tipo lechero (estilizadas, sin mucha grasa o musculatura, sobre todo
en la región del cuello y de la paleta). Este tipo de selección no contempló a los rasgos
funcionales como la fertilidad de la vaca, la facilidad de parto, la resistencia a mastitis,
etc. (Hansen, 2005).
Los criadores de ciertos grupos raciales han realizado desde hace ya varias décadas
cruzamientos interraciales con el propósito de incorporar cierto vigor híbrido a su grupo
de animales, con el claro objetivo de aumentar la productividad de sus razas sin intentar
diluirlas o de que sean absorbidas por las otras, a través de cruzamientos sucesivos en
una dirección (Gasque 2006). Las investigaciones han indicado que la heterosis o vigor híbrido es mayor para rasgos relacionados con mortalidad, fertilidad, salud y supervivencia. La heterosis debería ser lo más benéfico cuando el ambiente es limitado y cuando los productores no son
capaces de mantener un seguimiento de parentesco en su hato. Durante 50 años, la producción de cerdos, ganado de carne y ovejas, usa la heterosis para disminuir la mortalidad y mejorar la fertilidad, el crecimiento y la resistencia a enfermedades de estas especies (Hansen, 2006).