Resumen:
Es difícil pensar en la vida moderna sin el apoyo del transporte, que ha permitido concretar una visión globalizada del planeta en el cual las distancias son cada vez más cortas y el movimiento de gente y mercancías fluye a un ritmo difícil de imaginar en el pasado. Sin duda, la evolución de los medios y modos de transporte es una imagen decidora sobre el progreso general de la humanidad; sin embargo, como en todas las actividades humanas, los beneficios que se derivan de ellas vienen acompañados de un conjunto de efectos no deseados, que obligan, más aún a que actuemos de manera más inteligente, a fin de incorporar análisis integrales en nuestras decisiones, cuando hemos sido testigos de la magnitud e importancia de esas consecuencias negativas. El progreso por el progreso ha tocado límite, ilustraciones de chimeneas humeantes o calles de alto tráfico motorizado, han dejado de ser expresiones idealizadas del desarrollo.